El británico-canadiense Geoffrey Hinton, conocido como el “Padrino de la Inteligencia Artificial,”fue pionero en el aprendizaje profundo y las redes neuronales artificiales. Este año recibió el Premio Nobel de Física por sus contribuciones a la inteligencia artificial. Sin embargo, recientemente dijo que hay unaHay entre un 10 y un 20 por ciento de posibilidades de que la inteligencia artificial (IA) provoque la extinción humana en los próximos 30 años, cifra superior al 10 por ciento que predijo anteriormente.
Los humanos somos como niños de tres años frente a la IA.
Según un recientepuesto de guardiány en una entrevista con el programa Today de BBC Radio 4, Hinton dijo que el rápido desarrollo de la IA había creado desafíos sin precedentes para la humanidad. “Nunca tuvimos que lidiar con algo más inteligente que nosotros mismos. ¿Cuántos ejemplos puedes dar de cosas que son menos inteligentes pero que controlan cosas más inteligentes? Difícilmente. Las únicas excepciones pueden ser las madres y los bebés, pero esto se ha logrado a lo largo de millones de años de evolución..”
En la entrevista,Hinton describió a los humanos como si fueran niños de tres años en comparación con los sistemas avanzados de inteligencia artificial y dijo: “Piense en usted y en un niño de tres años; En el futuro seremos niños de tres años frente a sistemas avanzados de alta inteligencia..” Sostiene que es probable que esta asimetría de la inteligencia conduzca a la pérdida de control sobre la IA.
Pionero en la investigación de redes neuronales, Hinton trabajó para Google durante muchos años hasta que decidió dejarlo en 2023 para centrarse en los riesgos de la IA. Advirtió que los sistemas de IA pueden superar la inteligencia humana en las próximas dos décadas, y que los desafíos y crisis que traerán serán impredecibles. Según él, el desarrollo seguro de la IA no puede garantizarse únicamente con la orientación hacia el beneficio empresarial. Pide a los gobiernos de todo el mundo que trabajen juntos para desarrollar mecanismos regulatorios estrictos para evitar posibles desastres.
El punto central de Hinton es que las capacidades de la IA no son sólo avances tecnológicos, sino que pueden cambiar potencialmente las estructuras de poder e incluso afectar todo el orden social. Admite que está asombrado y aprensivo ante el potencial de esta tecnología y afirma sin rodeos que “esta es una de las innovaciones más disruptivas en la historia de la humanidad”.
Al mismo tiempo, Yann LeCun, el científico jefe de IA en Meta de Mark Zuckerberg, otra figura crítica en el campo de la IA, tiene una actitud muy diferente hacia el futuro de la IA. Cree que, si se utiliza correctamente, la IA puede resolver desafíos globales como la escasez de energía y la distribución desigual de los recursos médicos. LeCun enfatizó que la amenaza de exagerar la IA podría eclipsar sus beneficios potenciales y argumentó que la narrativa del “fin del mundo” está sesgada.
LeCun sostiene que la IA no sólo puede mejorar la eficiencia sino que también podría ser un "salvador" para resolver los problemas del planeta. Él cree que mientras los humanos impulsen la tecnología de manera responsable, los beneficios de la IA superarán con creces los riesgos.
¿Dónde le depara el futuro a la IA?
El desacuerdo entre la gente sobre el futuro de la IA muestra la polarización de la controversia sobre la tecnología de la IA: por un lado, hay profundas preocupaciones acerca de que la tecnología se salga de control y expectativas optimistas sobre su potencial. En un contexto de rápidos avances tecnológicos, existe un acalorado debate sobre el impacto de la IA y las cuestiones regulatorias también están en el centro de atención.
En la actualidad, muchos expertos creen que el desarrollo de la IA debe equilibrar la innovación y la seguridad. Tanto las empresas como los gobiernos deben avanzar en la tecnología y al mismo tiempo garantizar que las especificaciones sean precisas y se cumplan para evitar consecuencias potencialmente catastróficas.
Sin embargo, en este largo debate sobre el futuro de la humanidad, sus defensores y críticos tienen una cosa en común: cómo garantizar que la tecnología funcione para la humanidad y no amenace su supervivencia.